jueves, 4 de agosto de 2011

Erik Erikson


Erik Erikson

Erik Erikson fue conocido por su teoría del desarrollo social de los seres humanos. De acuerdo con Erikson, el proceso de socialización consiste en ocho fases, los llamados “ocho estados del hombre.” Tales  ocho estados fueron formulados, no a través de un trabajo experimental, sino a través de una amplia gama de experiencias en psicoterapias, incluyendo extensas experiencias con niños y adolescentes tanto de clase social alta baja y media. Cada estado es considerado por Erikson como una “crisis psicosocial” que surge y demanda resolución antes que la siguiente etapa pueda ser satisfactoriamente negociada. Estos estados son concebidos en un sentido casi arquitectónico: aprendizaje satisfactorio y resolución de cada crisis son necesarios si el niño quiere ser capaz manejar las próximas y subsecuentes etapas satisfactoriamente, tal como la cimentación de una casa es esencial al primer piso, el cual en turno, deberá ser estructuralmente importante para soportar el segundo piso y así sucesivamente.

     Los ocho estados del hombre, o las crisis psicosociales, son descripciones perspicaces y plausibles de cómo la personalidad del ser humano se desarrolla, y en la actualidad, son solo descripciones. Contamos con el mejor de los conocimientos básicos y provisionales de solamente qué clase de medio ambiente resultará, por ejemplo, en rasgos de confianza vs. Desconfianza, de una clara identidad personal vs. Una difusa. Tal como cada padre preocupado y maestro sabe, ayudar al niño a través de estos varios estados y enseñarle el conocimiento positivo que deberá acompañarlos, es una tarea difícil y compleja. La búsqueda de la mejor manera de lograr ésta tarea, representa gran parte de la investigación en el campo del desarrollo infantil.
     La socialización es un proceso de enseñanza-aprendizaje que, cuando es exitosa, resulta en el movimiento y progreso de un ser humano de su estado infantil de desamparo y total egocentrismo, hacia su estado ideal de adulto de conformidad sensible, aunado a una creatividad independiente.
Estas son las descripciones de los ocho estados:
     1.-Aprendiendo la confianza básica vs. La desconfianza básica (Esperanza).
Cronológicamente, éste es el período de la infancia a través del primero o segundo año de vida. El niño bien manejado, nutrido y amado, desarrolla confianza, seguridad y optimismo básicos. Mal manejado, llega a ser inseguro y desconfiado.
     2.-Aprendiendo autonomía vs. Vergüenza (Voluntad).
La segunda crisis psicosocial, Erikson piensa, ocurre durante la primera infancia, probablemente entre aproximadamente los 18 meses o dos años, y de los tres y medio a los cuatro años de edad. El niño “bien criado” emerge de éste estado de seguridad en sí mismo, entusiasmado con su nuevo control encontrado, y orgulloso más que avergonzado. Autonomía no es, sin embargo, enteramente sinónimo de garantía de libre posesión, iniciativa e independencia sino, al menos para los niños en la etapa temprana de su crisis psicosocial, incluye un tormentoso dominio de sí mismo, rabietas, testarudez, y negativismo. Por ejemplo, uno puede ver a niños de dos años resolutamente doblar sus brazos para prevenir a sus madres sostener sus manos al cruzar la calle. También puede escuchar el sonido de un “No” que suena a través de la casa o el Mercado.
     3.- Aprendiendo Iniciativa vs. Culpabilidad (Propósito).
Erikson cree que el tercer estado de crisis psicosocial ocurre durante lo que él llama, “La Edad de Juego” o los últimos años de preescolar (desde aproximadamente tres años y medio hasta, en la cultura norteamericana, entrar a la educación formal). Durante ella, con un desarrollo saludable, el niño aprende  (1) a imaginar, para ampliar sus habilidades a través del juego activo de todo tipo, incluyendo la fantasía (2) a cooperar con otros (3) a guiar así como a seguir (4) Por otro lado, inmovilizado por la culpabilidad se vuelve (1) temeroso (2) se cuelga de la periferia de grupos (3) continúa dependiendo indebidamente de los adultos y (4) es restringido tanto en el desarrollo del juego como de la imaginación.   
4.-Industriosidad vs. Inferioridad (Competencia).
Erikson cree que la cuarta crisis psicosocial es manejada, para bien o para mal, durante lo que él llama, “La Edad Escolar,” presumiblemente hasta, y posiblemente incluyendo, las edades escolares de 15 a 17 años. Aquí el niño aprende a dominar las habilidades mas formales de la vida: (1) relacionarse con compañeros deacuerdo a las reglas (2) progresar libremente de juego a juego, el cual puede ser elaboradamente estructurado por reglas y puede también demandar un equipo de trabajo formal, como en el caso del beisbol, y (3) dominar los estudios sociales, la lectura y la aritmética. La tarea que deja el maestro para casa es una necesidad, y la necesidad de disciplina incrementa cada año. El niño que, debido a la resolución exitosa sucesiva de sus crisis psicosociales tempranas es confiado, autónomo, y lleno de iniciativa, aprenderá fácilmente lo suficiente para ser industrioso. Sin embargo, el niño desconfiado dudará del futuro. El niño lleno de culpabilidad y vergüenza experimentará derrota y sentimientos de inferioridad.
5.-Aprendiendo identidad vs. Identidad difusa (Fidelidad).
Durante la quinta crisis psicosocial (adolescencia, de aproximadamente 13 o 14 años hasta aproximadamente 20 años) el niño, ahora un adolescente, aprende a cómo responder satisfactoria y felizmente a la pregunta: ¿Quién soy yo? Pero incluso los mejores adolescentes adaptados experimentan un tipo de papel de difusión de identidad: la mayoría de los muchachos y probablemente la mayoría de las muchachas, experimentan también con delincuencia menor; la rebelión florece; dudas personales inundan a los jóvenes, y así sucesivamente.
     Erikson cree que durante una temprana adolescencia exitosa, la perspectiva de madurez en le tiempo se desarrolla; la persona joven adquiere certeza de sí, en lugar de autoconsciencia y dudas. Llega a experimentar con diferentes, y usualmente constructivos papeles, más bien que adoptar una “identidad negativa” (tal como la delincuencia). El adolescente exitoso realmente anticipa el logro y concreta, antes que ser “paralizado” por sentimientos de inferioridad, o por una inadecuada perspectiva del tiempo. En la adolescencia postrera, una clara identidad sexual (feminidad o masculinidad) es establecida. El adolescente busca liderazgo, (alguien quien lo inspire), y gradualmente desarrolla un conjunto de ideales (socialmente congruentes y deseables, en el caso de un adolescente exitoso). Erikson cree que en nuestra cultura, la adolescencia ofrece una “moratoria psicosocial,” particularmente para los niños norteamericanos de clase media y alta. Ellos no tienen que “jugar para siempre” pero pueden experimentar, probar varios papeles, y así con suerte, encontrar el más apropiado para ellos.
6.-Aprendiendo Intimidad vs. Soledad (Amor).
El joven adulto exitoso, por primera vez, puede experimentar verdadera intimidad, la clase de intimidad que hace posible un buen matrimonio o una relación duradera y genuina.
7.-Aprendiendo Generatividad contra Auto-absorción (Cuidado).
En la edad adulta, la crisis psicosocial demanda generatividad, ambas en el sentido de matrimonio y crianza, y en el sentido de trabajar productivamente y creativamente.
8.-Integridad contra desesperación (Sabiduría).
Si las otras siete crisis psicosociales han sido satisfactoriamente resueltas, el adulto maduro desarrolla el tope de la adaptación: integridad. Él confía, es independiente y desafía lo nuevo. Trabaja duro; ha encontrado un papel definido en la vida; ha desarrollado un concepto propio con el cual se siente feliz. Puede tener intimidad sin esfuerzo, culpa, arrepentimiento, o falta de realismo; y se siente orgulloso de lo que ha creado, sus niños, su trabajo, o sus pasatiempos. Si una o más de las primeras crisis psicosociales no ha sido resuelta, la persona podría verse a sí misma y a su vida con disgusto y desesperación.

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